miércoles, 20 de mayo de 2009

Un Anillo para atraerlos a todos... y atarlos en las tinieblas




Hace ya bastante del lanzamiento a la gran pantalla de esta creación de Tolkien. Tan sólo tenía 13 años cuando vi por primera vez La Comunidad del Anillo. Mi mejor amiga me convenció para ir a verla, y al final de la película se lo agradecí. Cada escena me embaucó. Y justo salir del cine, comenzó nuestra adicción…

Al poco de salir en vídeo, la compramos. Nos pasamos tardes y tardes de sábado frente a la tele, mirando siempre la misma cinta. Y de tanto verla, nos aprendimos los diálogos. Una y otra vez, nos enzarzábamos en conversaciones ficticias repitiendo los fragmentos que más nos gustaban. Soñando que cabalgábamos por toda la Tierra Media, entre criaturas fantásticas y peligros ocultos.

Y cuando se estrenó Las Dos Torres, la alegría fue enorme. A diferencia de los que se cansaban de tanta batalla, nosotras nos alegrábamos de que fueran tan largas. Las tres horas y pico que duró la película se nos pasaron como si nada. Es más, habríamos preferido que hubiese sido mucho más larga…

Estuvimos un tiempo esperando, hasta que volvió. El Retorno del Rey, que en vez de poner un punto y final, incitó a nuestras mentes a seguir volando en ese cuento de ficción…
Conseguimos nuestro propio Anillo, imitamos las espadas, adiestramos a nuestros propios caballos imaginarios y nos leímos (a medias) la saga.

Ahora podría pensar que esa fascinación por la trilogía estaba justificada por mi corta edad, que eran cosas de niños. Sin embargo, no lo creo. Sigo pensando que ese mundo mágico de hobbits y elfos siempre me resultará atractivo, y sigo sin dudar un segundo al colocar esta película en el primer puesto de mi lista de favoritas. Y de vez en cuando, le quito el polvo a esas cintas de vídeo y saco a pasear un sinfín de recuerdos. Recorro los prados de la Comarca hasta sumergirme prudente en las profundidades de Mordor. Y sí, alguna lágrima hace amagos de asomarse, pero como dijo Gandalf…

“No diré no lloréis, pues no todas las lágrimas son amargas”.

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2 comentarios:

  1. Un buen amigo y yo también tenemos una especie de ritual, siempre recordamos la misma frase de la saga (en realidad es la única que yo me sé, él conoce muchas más)
    - Légolas, ¿qué ven tus ojos de Elfo?
    - El sol se alza rojo, se ha vertido sangre esta noche

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  2. Blanca no sabía que tu también habias pasado por una época ESDLA... yo también era de esas que decía "cuantas más horas dure la peli mejor!"
    No se qué tiene, pero es increíble el nivel de fans que ha creado Tolkien. Una de las mejores historias, de las mejores películas...
    Y la frase de Gandalf.. ¡mítica!

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